Esta pregunta nos la hacen nuestros alumnos a partir de 6º de Educación Primaria, pues en el Colegio Nuestra Señora de Schoenstatt sabemos lo importante que son las relaciones entre los iguales en la etapa de la adolescencia.
Los vínculos de amistad regalan a las personas seguridad, autoestima, acompañamiento, impulso, comprensión, sostenimiento en las dificultades… Cuando una amistad está además cimentada en Dios, es una amistad muy profunda, verdadera y cuyo amor posee una fuerza de dimensión incalculable en nuestras vidas.
La fe es un regalo de Dios, es una gracia que se nos da de lo alto y que hay que cuidar. Podemos implorarla y empezar siempre de nuevo porque Dios no se va a cansar de buscarnos y atraernos con su Amor a Él. Nosotros creemos en Dios, y Dios también cree en nosotros. La fe no se vive solo, se vive en comunidad: “Cuando dos o más están reunidos en mi nombre yo estoy en medio de ellos” (Mt 18, 29-20).
Por eso, nuestros viajes pretenden regalar vivencias de fe en común, que marquen un norte en la vida de nuestros alumnos.
En el curso de 6º de Educación Primaria vamos a Covadonga: desde esa gruta comenzó la Reconquista de España, y nuestros alumnos comienzan a experimentar a esa edad que todas sus seguridades, valores y relaciones se tambalean para poder, así, reconquistarlas y hacerlas suyas. Una de las noches, velan las “armas” que eligen para esta etapa de la vida: la verdad, la oración, el ser positivo, el trabajo creador… María es su Reina porque se han decidido por el Reino de Dios.
En 1º de la ESO, peregrinamos a Santiago de Compostela: allí encontramos el origen de nuestra fe. Este gran apóstol pasa el testigo a nuestros alumnos y les pide que sean apóstoles. En esos días se dan cuenta de este gran regalo y lo expresan por escrito para la siguiente generación. Son unos días en los que Dios entra por los “pies”. Las aventuras, dificultades y dolores nos unen, y hacen también familia con gente que no conocemos, pero que comparten con nosotros el mismo camino y meta
Hay un Santuario en Barcelona, en Valldoreix, y en el curso de 2º de la ESO nos desplazamos hasta allí para ayudar a los jóvenes del Movimiento de Schoenstatt que organizan un café concierto en el recinto. La idea es invitar a muchos jóvenes: que disfruten de la música de actualidad en directo y se termina con un momento de oración. Después, compartimos con los schoenstattianos catalanes, les pedimos su testimonio de lo difícil que les supone ser cristiano en su realidad. Cuánta admiración despierta la radicalidad. Son momentos de complicidad y de afianzar verdades.
Junto con la Confirmación, en 3º de la ESO, tienen una convivencia en la Sierra de Madrid, en la que se comprometen a ayudarse unos a otros para mantenerse fieles. Sus familias nos ayudan y preparan una sorpresa para que descubran cómo Dios ha estado tan cerca de ellos en momentos y personas muy concretas.
En 4º de la ESO, salimos por fin de España para viajar a Schönstatt, Alemania, a nuestro origen. Nuestros alumnos se van a encontrar allí con todas las huellas de nuestra historia: los lugares, las personas, los testimonios… todo se revive y se actualiza. Con todo ello, van a entender la educación que han recibido en todos estos años y también van a llenarse de todas las gracias que necesitan para no perder el norte en sus vidas.
En Bachillerato, anhelamos Chile, allí si Dios quiere iremos para darnos por entero y ayudar a los que más lo necesitan. ¿Lo lograremos? ¿Será lo que Dios quiere? El año que viene os lo comunicaremos.
Os animo, así, a realizar viajes en familia, en los que, además de disfrutar, ampliar cultura, contemplar belleza, se os regalen experiencias de fe que enriquezcan los vínculos y los hagan sólidos porque están anclados en el gran Amor de Dios.