El 20 de mayo de 2021, como comunidad de nuestro Santuario Colegio, experimentamos por adelantado Pentecostés. La Iglesia de Peregrinos fue el Cenáculo donde el Espíritu Santo descendió sobre 12 apóstoles abiertas y anhelantes de recibir los dones que les harán madurar y desarrollar su fe durante toda la vida.
Recibir el sacramento de la Confirmación es un hito muy importante para el grupo de 3º de E.S.O., que han conquistado durante todo el curso, preparándose tanto en el conocimiento del Espíritu Santo con sus siete dones como en la formación para la aplicación a la vida concreta. Sólo con la fuerza del Espíritu del Señor, es posible soñar y atreverse a cumplir los sueños, ya que Él viene a dar impulso divino a los esfuerzos y virtudes que emplean para lograr alcanzar lo que por propias capacidades humanas no es posible.
Para culminar el año de formación y como preparación inmediata para recibir el sacramento, realizamos un retiro llamado “Adsum”, palabra latina que quiere decir: “Aquí estoy”. Este “Adsum” expresa el “aquí estoy” de Dios, que nos elige, nos vuelve a llamar y nos confirma con la unción de su Espíritu para darnos todo lo necesario para enfrentar la vida de su mano con valentía y decisión, con fe, amor y esperanza. Por otro lado, cada joven responde a la llamada de Dios con un consciente y valiente: “Aquí estoy”, que es pronunciado oficialmente en la ceremonia antes de recibir el sacramento por manos del señor Obispo o, como en este caso, por don Juan Carlos Merino, vicario de Madrid. Su respuesta es un sí a Dios y a su llamada de amor y un sí a sus compañeras de clase: “aquí estoy” para lo que necesites, “aquí estoy” para aconsejarte, para levantare…
Para un joven, que crece y se desarrolla en un tiempo líquido, decir “aquí estoy” lo hace entrar en una categoría de valientes, pues supone romper una mentalidad y práctica flexible y voluble, donde el compromiso es una cuestión difícil de enfrentar. Ante este escenario actual, parece escandaloso ser testigos de que algunas jóvenes se comprometan hoy en día con Dios con tanta radicalidad. Habrá quien diga: “sí, pero es que son jóvenes, tienen el ímpetu, no han conocido la vida completamente, veremos cuando tengan el primer fracaso…”; podrán tener razón y, justamente por esto, la Iglesia, como buena madre, exige un padrino que “avale” este compromiso, un padrino y unos padres, que estén en el momento preciso, para volver a enseñar a decirles “aquí estoy”, que un sí se pronuncia cada día y para cada día, como la iniciativa de Dios, “que viene cada día para cada día”(P. Kentenich). Por eso, decir “aquí estoy” es construir un mundo con bases sólidas y estables, dándole cauce y coherencia a la corriente líquida.
Nuestro Santuario Colegio “se ha confirmado junto a nuestra promoción de 3º de la E.S.O.”, como expresó don Juan Carlos Merino en la homilía de la ceremonia de la Confirmación. Tanto Dios, como cada joven de esta clase, han pronunciado un sólido y audaz “Aquí estoy”, lleno de alegría y seguridad. También como Colegio, queremos decirle a nuestra Madre y Reina: “aquí estoy”, para seguir ayudándote a educar personalidades libres, firmes y ancladas en Dios; “aquí estoy”, para seguir avanzando con tu primera promoción confirmada en la fe, para estar allí cuando más lo necesiten; y también decir “aquí estoy” para que, cuando hayan alcanzado la primera meta, les sigamos mostrando cumbres más altas.
Hna. Camila Chaparro
Departamento de Formación