Queridas familias:

Avanza el curso en octubre y comienzan las tutorías con todos vosotros. Desde el Colegio, los profesores responsables os animan a venir, os insisten, procuran adaptar horarios para hacerlo posible, con el ánimo de acompañar juntos el crecimiento de cada uno de vuestros hijos; recalcamos la importancia de hacer este trabajo de la mano.

La educación es un trabajo de equipo. Es famoso el proverbio africano que dice: «Para educar a un niño hace falta la tribu entera». Desde luego, hay alguien que es esencial en ese proceso y por eso le corresponde el ejercicio del derecho a la educación de los hijos: los padres. Desde el Colegio colaboramos con gusto, pero no podemos llevar a cabo el proceso educativo con éxito sin vosotros; al contrario, con vosotros, juntos, trabajando en una estrecha alianza entre familia y escuela, sabemos que habrá coherencia en la misión y eficacia de la acción educadora.

El Barómetro Schoenstatt 2020, elaborado por nuestro Observatorio de la Educación para un futuro más humano el curso pasado, mostraba que una gran mayoría de las familias españolas son conscientes de la importancia de esta alianza entre familia y escuela, y reconoce que el colegio ideal debe asumir la educación como un proyecto compartido entre padres y colegio: ambos vendrían a ser como las dos mitades de un mismo equipo (el 47% de los encuestados). Sin embargo, este mismo estudio ponía en evidencia también una realidad dura en la sociedad actual: aunque las familias valoran como positiva la participación en la vida escolar, casi la mitad de ellas no tiene tiempo o interés en jugar un papel más relevante en esa vida.

La realidad en nuestro Colegio muestra una implicación grande de todos vosotros, padres de alumnos, y eso es parte del éxito en la realización de esta misión compartida. Se acerca ahora el Día de las Familias en Educación Infantil, donde con seguridad sabemos que daréis lo mejor por alegrar a vuestros hijos. Después vendrá el Mercadillo de Adviento, las celebraciones navideñas. Las Familias Encargadas de cada curso asumen su responsabilidad y animan a todos a participar, acercando la realidad de casa y la realidad escolar, construyendo hogar juntos.

Este año, en concreto, nos hemos propuesto reforzar los vínculos que nos unen y ampliarlos entre todos, dando acogida a nuevas familias y compañeros. De hecho, esta experiencia de hogar la hemos vivido en el nuevo Club de Montaña “Franz Reinich” de familias del Colegio. La subida por la ladera de la Maliciosa, en la Sierra de Madrid, hizo visible la riqueza de estar juntos y de vivir todos a una la alegría del encuentro con Dios. La grandeza que se pone de manifiesto en poder compartir tanto con sencillez y profundidad nos conmovió a todos. Se vivió familia y se vivió Santuario. Gracias a todos los que lo hicisteis posible. A los que no pudisteis acompañarnos, os invito a sumaros a las actividades del Colegio y a disfrutar con ellas.

Sí, la educación de vuestros hijos es una responsabilidad que compartimos y juntos resulta más fructífera y alegre.

Un fuerte abrazo,

Pablo Siegrist Ridruejo

Director