El 11 de noviembre es la fiesta de San Martín. En Alemania ese día se celebra de forma especial, con una tradición en la que participan, sobre todo, los niños.
Cuenta la historia que, allá por el año 337, San Martín de Tours fue soldado antes que santo. Un buen día, estando en la ciudad de Amiens, se encontró cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío. San Martín cogió entonces su capa de soldado, la partió en dos con su espada y le ofreció una de las mitades al mendigo para resguardarlo del frío. ¿Por qué no le dio toda la capa? Porque la capa pertenecía al ejército al que él servía. Por eso, guardó un trozo para devolverla. Los ciudadanos que se encontraban allí cerca y vieron la hazaña, encendieron sus farolillos y fueron a correr la voz por la ciudad.
Rememorando ese día, en Alemania los niños, en la escuela o en casa, hacen farolillos y cuando cae la noche van en procesión con los farolillos encendidos cantando algunas canciones típicas de esa celebración. Aquí, en el Colegio Nuestra Señora de Schoenstatt, se acerca esta hermosa tradición a los alumnos de todas las edades desde el Departamento de Idiomas. En clase de alemán, los alumnos mayores preparan farolillos y aprenden alguna de esas canciones alemanas y recorren después las clases de Educación Infantil para celebrar con los más pequeños este día.
Mº Paz Pedraza
Profesora de Alemán