Hemos recibido con mucha alegría una carta de las Hermanas de María en Polonia, contándonos cómo pudieron ser testigos y repartir la ayuda recibida de nuestro colegio para los niños ucranianos refugiados en varias diócesis y sus familias.
En estas líneas dirigidas al colegio nos cuentan cómo los niños de distintas edades recibieron los corazones conquistados por nuestros alumnos y cómo, gracias al dinero recolectado pudieron regalarles libros y chocolates.
Damos gracias a Dios y a la Mater que permiten estos encuentros de vida.
Queridos niños y jóvenes:
Aunque ha pasado mucho tiempo, queremos expresar nuestra gran gratitud por vuestra iniciativa de proporcionar una vinculación espiritual a los niños que no pudieron vivir la Navidad en sus países de origen a causa de la guerra.
Los niños estaban muy contentos y encantados de que los niños y jóvenes españoles les hubieran hecho un regalo como éste. Los niños también estaban muy interesados en este regalo tan original. Para ellos era importante que estos regalos fueran para todos. Ya que algunos de vosotros escribisteis en inglés en Instagram, pudieron ponerse en contacto con vosotros directamente.
Llevó algún tiempo distribuir vuestros regalos. Los voluntarios separaron estos corazones y los reunieron conforme a los hermanos. Muchos niños también estaban enfermos en ese momento, así que no pudimos llegar a ellos inmediatamente. A veces sólo venían los padres y cogían el regalo para sus hijos.
También nos gustaría agradeceros vuestra donación económica, que ha servido para comprar libros y chocolatinas para los niños.
Que Dios os recompense por esta maravillosa iniciativa. Vuestro generoso don ha traído mucha alegría a los niños que se han visto repentinamente privados de seguridad y de una vida normal en la familia y en la escuela. Vuestra compasión y solidaridad se han convertido en una nueva chispa de esperanza para ellos.
Nosotras también os damos las gracias y os enviamos un cordial saludo,
Hermanas de María en Polonia