Como parte del programa educativo que llevamos a cabo en el Colegio Nuestra Señora de Schoenstatt, nuestros alumnos de toda la etapa de Educación Infantil realizan un proyecto mensual. Este año, los proyectos van dirigidos a un área del desarrollo. Hace unas semanas, concretamente, el área de matemáticas.

La señorita Marta García Margallo, profesora de Educación Secundaria de nuestro Colegio y especialista en matemáticas y robótica invirtió una mañana en explicar a nuestros alumnos de Educación Infantil qué es la robótica y a mostrar varios juegos de herramientas pedagógicas. De forma lúdica y mediante la metodología learning-by-doing los niños aprenden ciencia, matemáticas, resolución de problemas y creatividad.

Los niños pudieron experimentar, aprender y jugar con varios robots; se acercaron a pantallas interactivas y pudieron experimentar el funcionamiento de la impresora en tres dimensiones.

Contamos con varios robots. El primer robot tipo “mouse” podía recorrer el espacio que los alumnos le marcaran, tenía posibilidad de caminar hacia delante, hacia atrás, girar y retroceder. Con un camino previamente establecido, el robot se dirigía hacia donde los niños le indicaban. Haciendo varias pruebas y viendo dónde se cometían los errores, consiguieron realizar dicho recorrido.

El siguiente robot era también tipo “mouse”, al igual que el anterior, tenía la capacidad de moverse por el espacio, según las indicaciones de los alumnos, pero, en esta ocasión, en vez de tratarse de un circuito, era un juego matemático. Los alumnos debían ir programando el robot para que se dirigiera a los números indicados, según el orden que habían establecido.

El siguiente robot era bubble, el robot que puede pintar. Sobre papel continuo, los alumnos programaban el robot para que hiciera los dibujos que ellos querían, ya fueran estrellas, letras o números.

El último robot era coji, un robot capaz de simular la expresión de emociones a través de la programación que los niños hicieran. El robot podía mostrarse contento, enfadado, e incluso mandar mensajes a los alumnos.

También pudieron disfrutar de la pantalla interactiva, realizando pequeños juegos en los que las formas geométricas fueran las protagonistas.

Con la impresora 3D, pudieron ver cómo se creaba un pequeño Santuario.

Resultó una mañana muy divertida, donde el aprendizaje a través del juego fue el protagonista.

 

Gema Botello

Tutora de Educación Infantil